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Discurso del Vice Presidente Villaroel en la apertura de la Conferencia Inter-Americana



La verson original de este discurso contiene frases en Inglés, Francés y Español


Honorable Governor General of the Commonwealth of The Bahamas, (Name)

Madam President of the Bahamas Red Cross Society, Ms. Terez Curry

Vice-President of the International Committee of the Red Cross (ICRC), Gilles Carbonier

Vice-Chairman of the Standing Committee, Mr. George Weber

Vice-President of the Inter-American Regional Committee (CORI), Mrs. Judith Carvajal.

Distinguish Presidents and friends of National Societies of the Americas,

Dear friend of all of us, Mr. Secretary General of the IFRC, Jagan Chapagain

Dear Director Generals, volunteers’ and members of youth

Dear IFRC colleagues,

Buenos días a todos. Good Morning To everyone Bon Jour a tous.


It is an honor and a privilege, as Vice-President of IFRC representing the Americas region, to provisionally preside over this opening ceremony. In a few minutes we will elect the Officers of this Conference.

I would like to welcome the delegations of all the National Societies, those from the Americas and those from other geographies of the world, similarly to the members of our Federation Secretariat, the representatives of the ICRC and members from Statutory Commissions of our beloved Federation. I also welcome all the observers who are with us today.


It seems unbelievable that four years have passed since our last Conference in Buenos Aires, where the commitment that has guided us during this time the work of the National Societies of America to strengthen leadership and humanitarian vision was adopted.


Under the motto "Leadership and Sustainability: local solutions, global challenges"we are committed today, once again in the shared conviction about the transcendent work that our solidarity and humanitarian action represents for the development of the most vulnerable and disadvantaged communities on the continent.


Estimados colegas,

La región de América sigue siendo la de mayor desigualdad del mundo. Es también la región con los niveles de violencia más altos del mundo, impulsada por el crimen organizado relacionado con las drogas, las pandillas y la inestabilidad política. Si a esta lista de problemas agregamos los continuos desastres que se van en aumento producto del cambio climático, nos hace testigos de primera mano del sufrimiento humano, así cómo la región del mundo donde los movimientos de población de personas migrando del campo a la ciudad y de un país a otro en un viaje lleno de riesgos donde miles de migrantes cada día van en busca de seguridad, trabajo y mejores oportunidades de vida para sus familias.

La región se enfrenta a importantes retos relacionados con la salud pública, existen elevadas tasas de mortalidad infantil, de enfermedades infecciosas y enfermedades no transmisibles, como la diabetes y la obesidad. El acceso a la atención sanitaria y a la educación sanitaria es limitado en muchas zonas, especialmente entre las comunidades vulnerables, como las poblaciones indígenas. Así mismo es tierra de altos niveles de desnutrición e inseguridad alimentaria.

La degradación del medio ambiente es un hito preocupante en la región debido al desarrollo urbano no planificado, la sobreexplotación de los recursos naturales autóctonos, y también el impacto del elevado flujo migratorio que utiliza la selva y los bosques que antes tenían una intervención humana mínima.

Querida familia de la Cruz Roja,

Nuestras Sociedades Nacionales están respondiendo a los problemas que he descrito antes. Esos problemas ponen a prueba nuestra relevancia en nuestros propios contextos. Ponen a prueba nuestro liderazgo para prestar servicios humanitarios de calidad y conforme con nuestros Principios Fundamentales y nuestra capacidad real para hacer que las personas, las comunidades y las instituciones sean más resilientes.

La resiliencia institucional también tiene que ver con que nuestras Sociedades Nacionales sean resilientes.

El COVID-19 fue una de las mayores pruebas que todos tuvimos que enfrentar. Tuvimos que responder a las necesidades de las comunidades para subsistir, tuvimos que ajustar nuestro modelo de negocio y reinventarnos para seguir operando en circunstancias difíciles y desafiantes.

Ahora bien, una nueva amenaza a nuestra resiliencia institucional ha sido enfrentarnos a algo que hemos considerado impensable que pueda ocurrir: la desaparición de una Cruz Roja, pensábamos que esto nunca sucedería. Lamentablemente, sucedió en Nicaragua. Ya no tenemos una Cruz Roja Nicaragüense resultado de un ejercicio de poder excesivo. La pregunta que ahora nos queda es ¿qué vamos a hacer al respecto? Sé que esta Conferencia no es la plataforma para tal discusión, pero permítanme destacar algunos puntos sobre lo que deberíamos hacer:

Necesitamos acciones serias y coherentes para reforzar la comprensión del papel auxiliar de las Sociedades Nacionales por parte de los gobiernos, los parlamentarios, los medios de comunicación y la sociedad civil. El conjunto de la Sociedad debe proteger la labor de Cruz Roja.

Necesitamos un liderazgo más fuerte dentro de nuestras Sociedades Nacionales que sirva de ejemplo de responsabilidad, transparencia e integridad. Sólo, si predicamos con el ejemplo, obtendremos confianza y apoyo.

Necesitamos invertir en nuestros voluntarios para formarlos más y mejor a fin de que ejerzan la labor humanitaria con una mayor base en nuestros Principios Fundamentales. Y necesitamos ampliar nuestro alcance de voluntarios de todas las partes de la sociedad.

Por último, y no menos importante, necesitamos ser solidarios entre nosotros y apoyarnos mutuamente en las situaciones de mayor aflicción junto con nuestra Federación. El voluntariado y el personal de la antigua Cruz Roja Nicaragüense necesitan saber que no están solos.

Esta Vigésima Segunda Conferencia Interamericana es la primera en nuestra historia que perdemos una Sociedad Nacional y no contamos con otra porque fue suspendida por la Federación por incumplir con las normas. Es una triste realidad a la cual no témenos que bajar la cara, al contrario, esta oportunidad nos ofrece a que como líderes de las Sociedades Nacionales, podamos discutir sobre el futuro de la Cruz Roja en este continente. Debemos ver la oportunidad en medio de una triste realidad, y comprometernos a que cada uno de nosotros cambiemos comportamientos en la forma como lideramos, promovemos nuestro liderazgo y promulgamos acciones basadas en nuestra misión humanitaria. Tenemos la responsabilidad común de hacer que cada una de las cruces rojas en nuestro continente sea más Fuertes, más integras, y cada día más cerca de las necesidades de las personas más vulnerables. Tenemos el compromiso de apoyarnos mutuamente en base a la universalidad de nuestro Principio y hacer que nuestra Federación sea más fuerte con nuestros aportes. Solo así lograremos un Movimiento fuerte.

Querida familia de este continente,

El día de ayer tuve la oportunidad de compartir un espacio con los jóvenes de la región, así como ser testigo del trabajo llevado a cabo por las redes de juventud de las tres subregiones. Quiero destacar la importancia de contar con una participación activa de los jóvenes dentro y fuera de esta Conferencia, en el día a día de nuestras sociedades nacionales. Es nuestra responsabilidad coincidir con las expectativas de las nuevas generaciones, de conocer sus inquietudes ante el futuro y sus deseos de formar parte de un voluntariado dedicado a transformar las situaciones de inequidad que afectan las condiciones de vida de millones de personas en nuestro continente.

Hemos sido testigos de los esfuerzos por lograr una Federación con paridad de género. Nuestras Sociedades Nacionales tienen aún mucho camino por mejorar al respecto de esto. De esta conferencia espero que logremos el compromiso de mejorar nuestras cuotas de hombres, mujeres, otros géneros tanto a nivel de liderazgo como en toda las estructuras de personal y voluntariado. Solo así seremos verdaderamente inclusivos.

Quiero también animarlos a que tengamos Sociedades Nacionales cada vez más innovadoras y audaces en su práctica humanitaria. Nuestro compromiso sigue siendo construir una Cruz Roja y Media Luna Roja cada vez más fuerte y capaz, algo para la que es imprescindible su trabajo, su experiencia y su entrega ya demostradas.

Dear friends,


We must also ensure that our actions are guided by the fundamental principles of the Red Cross and Red Crescent: humanity, voluntary service, unity, universality and especially impartiality, neutrality, and independence. These principles are our moral compass and guide us in all our actions and decisions.


At this conference, I hope that we can strengthen the ties between our National Societies, promote regional cooperation and establish a common action plan to face the humanitarian challenges. Together, we can make a real and lasting difference in the lives of people across the region.

Allow me to close by congratulating the Commonwealth of the Bahamas on its official celebration of 50 years of independence, and also to thank the generous hospitality of the Bahamas Red Cross for hosting us in Nassau. Likewise, allow me now to extend a very special thank you to all the members of the Planning Committee for this Conference, to the Federation's Regional Office in Panama and to the Caribbean Cluster Office for their tireless work during the last two years of preparation for the Conference.

I wish them a fruitful work in this Conference.


In this way:

I declare the twenty-second Inter-American Conference of the Red Cross opened.

Muchas Gracias, Thank you very much, Merci Beaucoup.

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